El estigma, la carga de la depresión: ser juzgados, señalados o minimizados duele más que la enfermedad misma.

La depresión no es "estar triste" o "estar de mal humor". Es un peso constante que llevamos en el pecho, una sensación de vacío que no se llena con frases de ánimo ni con comentarios como "tenes que ponerle ganas". Estas palabras, aunque bienintencionadas, a menudo nos hacen sentir aún más solos, como si nuestra lucha fuera inválida, como si simplemente no quisiéramos mejorar.

Iguazú (LaVozDeCataratas) Día Mundial de la Lucha contra la Depresión: Una batalla que muchos no ven:  Hoy, 13 de enero, es el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, una fecha que busca visibilizar un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, para quienes la padecemos, este día no es una simple conmemoración; es un recordatorio de que nuestra lucha es constante, silenciosa y, muchas veces, incomprendida.

La depresión no es «estar triste» o «estar de mal humor». Es un peso constante que llevamos en el pecho, una sensación de vacío que no se llena con frases de ánimo ni con comentarios como «tenes que ponerle ganas». Estas palabras, aunque bienintencionadas, a menudo nos hacen sentir aún más solos, como si nuestra lucha fuera inválida, como si simplemente no quisiéramos mejorar», contó Fran a LaVozdeCataratas

El estigma es quizás una de las peores cargas de la depresión. Ser juzgados, señalados o minimizados duele más que la enfermedad misma. Hay quienes creen que hacemos esto «por llamar la atención» o que nuestra situación es «graciosa». Pero no hay nada gracioso en sentirse inútil, en creer que no hay salida, en luchar todos los días con pensamientos que intentan convencernos de que el mundo estaría mejor sin nosotros

He escuchado comentarios como «es solo una etapa», «otros tienen problemas peores», «debes ser fuerte». Y cada vez que alguien dice eso, siento que mi dolor no es válido, que mi lucha no importa. Es como si las heridas que llevo por dentro no fueran dignas de atención porque no se ven a simple vista. Pero están ahí, reales y profundas.

Muchos han perdido esta batalla, y cada una de esas vidas nos duele. No porque no fueran fuertes, sino porque fueron ignorados, juzgados, apartados. La depresión no discrimina: afecta a quienes parecen tenerlo todo y a quienes luchan con carencias. No es una cuestión de voluntad; es un trastorno que necesita comprensión, tratamiento y apoyo», recalcó.

En este día, más que hablar sobre estadísticas o tratamientos, quiero pedir algo simple: empatía. Antes de juzgar a alguien, escúchalo. Antes de reírte o minimizar su dolor, intenta ponerte en su lugar. La depresión no necesita más jueces, necesita aliados. Necesita que quienes la padecemos podamos sentirnos seguros de compartir nuestra lucha sin miedo al rechazo.

Si conocés a alguien que esté pasando por esto, recordale que no está solo. Un mensaje, una llamada o simplemente estar ahí puede marcar la diferencia. Y si sos vos quien está luchando, quiero que sepas algo: no sos menos valioso por sentirte así. Tu dolor importa, y buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de valentía.

Hoy, y todos los días, recordemos que la depresión no es una elección. Es hora de que el mundo lo entienda y que, juntos, podamos tender la mano en lugar de señalar con el dedo.

 

Le pusimos el nombre Fran a nuestro entrevistado, en nombre de tantos jóvenes que pasaron, o están pasando por esta situación. Seamos empáticos, ayudemos!!!

Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.

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