Siguiendo dos de esas sendas, los guardaparques encontraron sobrados (uno con ceba de maíz molido y el otro instalado
en una frutera, pindó). Esas estructuras fueron destruidas por la patrulla.
En ese sector se comprobó una extracción de palmitos de vieja data.
El grupo siguió luego por el camino interno que recorre el tendido de energía eléctrica de alta tensión que atraviesa Península. Fueron unos seis kilómetros hasta el límite con la zona de las Dos Mil Hectáreas de Puerto Iguazú. En un punto cercano al portón Norte, dieron con otros trillos, que conducían a otro sobrado y a un salero armado por cazadores. Eran muy recientes, por lo que se hizo una vigilancia. Sin embargo, no se logró capturar a los depredadores.
En el segundo día de recorrida, se hizo foco en los alrededores del kilómetro 1226 de la ruta 12. Allí había un trillo donde también se hizo una espera, pero tampoco dio resultados.
Más tarde, nuevamente en cercanías del límite con las Dos Mil Hectáreas, corroboraron movimientos recientes de intrusos en tres sendas abiertas. Incluso encontraron dos sobrados o esperas y un cebadero. Todos esos elementos fueron inutilizados por los guardaparques.