Regulación de alquileres turísticos temporarios: equiparar condiciones impositivas

La expansión de plataformas de alquiler temporario ha transformado el mercado inmobiliario, generando impactos directos tanto en la oferta de vivienda permanente como en la competencia desleal con los alojamientos tradicionales. En Argentina, destinos turísticos clave como Iguazú, Bariloche y Mendoza han manifestado la urgente necesidad de un marco regulatorio que evite distorsiones en la competencia, establezca reglas claras y garantice la seguridad tanto para los turistas como para la comunidad local.

Iguazú (LaVozdeCataratas) El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció la implementación de la Resolución N°8, una medida que busca regularizar la situación de los Alquileres Turísticos Temporarios (ATT) y equiparar sus condiciones impositivas con las que ya rigen para la industria hotelera. Este paso marca el inicio de un proceso que podría extenderse a todo el país, con el objetivo de ordenar y controlar un sector que ha crecido de manera exponencial sin regulaciones claras.

¿Qué establece la nueva regulación?

El gobierno de la Ciudad estableció un plazo de 180 días para que propietarios y administradores registren sus propiedades en un padrón oficial. A partir de su inscripción, las plataformas deberán cobrar un 1,5% por persona por noche en concepto de derecho de uso urbano a los turistas extranjeros, un tributo que será destinado a financiar el programa de promoción turística Visit BUE.

Según Valentín Díaz Gilligan, presidente del Ente de Turismo porteño, la medida busca ordenar el mercado, garantizar la transparencia en las operaciones y proteger tanto a los turistas como a los residentes. “Como una de las grandes capitales de la región y del mundo, nuestro objetivo es construir un destino cada vez más atractivo y queremos incorporar este tipo de alojamientos a la oferta formal”, sostuvo.

La ausencia de controles ha permitido la proliferación de alojamientos informales, algunos sin condiciones mínimas de seguridad ni habilitación, lo que genera incertidumbre para los viajeros y afecta a la industria hotelera, que debe cumplir con estrictas normas impositivas y sanitarias.

Desde distintos sectores del turismo han señalado que la falta de regulación nacional genera una desigualdad de condiciones que perjudica a los hoteles y cabañas habilitados, además de reducir la oferta de viviendas en alquiler permanente para residentes.

¿Qué implicaría la regulación en el resto del país?

Si la medida se extiende a nivel nacional, las provincias y municipios podrían implementar registros obligatorios, inspecciones y sistemas de tributación específicos para los ATT. Esto permitiría:
Garantizar estándares de calidad y seguridad en los alojamientos.
Evitar la competencia desleal con hoteles y hosterías.
Recaudar impuestos que podrían destinarse a la promoción turística y el desarrollo local.
Disminuir la escasez de viviendas en alquiler permanente en zonas turísticas.

El debate sobre la regulación de los alquileres turísticos ya está en marcha y todo indica que la medida porteña será el puntapié inicial para una normativa de alcance nacional. El desafío será lograr un equilibrio entre la oferta de alojamientos alternativos y la protección de la actividad hotelera y residencial.

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