Carita feliz: la una sonriente iluminará el cielo el 25 de abril

En la madrugada del viernes 25 de abril, el cielo regalará a quienes madruguen un espectáculo astronómico tan simple como encantador: Venus, Saturno y una delgada Luna creciente se alinearán para formar una figura conocida como “la Luna Sonriente”, visible a simple vista desde todo el mundo, incluido el destino Iguazú.

Iguazú (LaVozDeCataratas) Este evento, técnicamente llamado triple conjunción, ocurre cuando tres cuerpos celestes —en este caso, Venus, Saturno y la Luna— se alinean de forma tal que pueden formar una figura reconocible desde la Tierra. En esta ocasión, dibujarán una carita feliz: Venus y Saturno se verán como dos puntos brillantes (los “ojos”), mientras que la delgada curva de la Luna creciente completará la sonrisa.

El fenómeno podrá verse en las primeras horas del viernes 25 de abril, por lo que la recomendación es prepararse en la noche anterior, el 24. Solo se necesita un lugar con buena visibilidad hacia el horizonte este y un cielo despejado. No hace falta ningún equipo especial: el espectáculo se puede disfrutar a simple vista.

Desde Iguazú, se espera que el cielo esté mayormente despejado esa noche, lo que podría favorecer aún más la observación. Venus será el más brillante del trío, seguido por Saturno, y la Luna aparecerá justo debajo, completando la “sonrisa”.

Quienes tengan binoculares o telescopios podrán ver detalles adicionales, como los cráteres lunares o, con suerte, al planeta Mercurio, que podría asomarse brevemente en la zona baja del cielo.

Lluvias de estrellas acompañan el evento

Además de la conjunción planetaria, quienes estén atentos al cielo podrán observar dos lluvias de meteoros activas. Las Líridas, cuyo pico ocurre entre el 22 y 23 de abril, ya habrán dejado algunos rastros en el firmamento; mientras que las Eta Acuáridas, asociadas al cometa Halley, comenzarán a hacerse visibles desde finales de abril y alcanzarán su punto máximo en mayo.

Estas lluvias de estrellas son especialmente apreciadas desde el hemisferio sur, lo que convierte a lugares como Iguazú en escenarios ideales para una noche de observación astronómica.

 

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