La selva no cría mascotas: los monos y la fauna silvestre no son de nadie

Criar fauna silvestre como mascota no solo es un delito, sino una práctica que destruye el equilibrio de las especies, afecta a los grupos familiares de animales como el mono caí y genera consecuencias evitables. Respetar la vida silvestre es proteger el patrimonio natural de Misiones y garantizar un futuro donde cada especie viva en libertad. Los monos caí, silvestres o acostumbrados a la presencia humana, no son agresivos por naturaleza. Son víctimas de la captura, la domesticación forzada y el abandono.

Iguazú (LaVozDeCataratas-Kelly Ferreyra) El reciente incidente ocurrido en la zona de las 2000 Hectáreas, donde un mono caí (Sapajus nigritus) atacó a dos mujeres y dos niños, pone nuevamente en debate una problemática ambiental y social que muchas veces se ignora: los animales silvestres no son mascotas y no debemos culparlos por las consecuencias de la irresponsabilidad humana.

LaVozDeCataratas dialogó con María Paula Tujague, bióloga especialista en zoología e integrante del Proyecto Mono Caí, quien explicó que se trataría de un ejemplar adulto que presenta comportamientos típicos de un animal criado en cautiverio, alejado de su grupo familiar y de su hábitat natural.

“Este individuo habría aparecido en la zona y, al intentar capturarlo, se habría producido el ataque”, detalló la especialista, quien recordó que para que un mono caí llegue a manos humanas como mascota, es muy probable que hayan matado a su madre en la selva.

Los monos caí son animales altamente sociales, que viven en grupos familiares formados por hembras, machos y crías. La extracción de un solo ejemplar afecta profundamente la dinámica del grupo y la conservación de la especie. Además, criarlos como mascotas es una práctica cruel e ilegal, que termina generando comportamientos antinaturales y peligrosos tanto para el animal como para las personas.

“Los monos no atacan porque sí, solo lo hacen cuando se sienten amenazados. Este ataque es una consecuencia directa de la intervención humana, que expone al animal y a las personas a una situación de riesgo”, explicó Tujague.

En Misiones, la Ley Provincial XVI N.º 11 (antes Decreto Ley 1279/80) prohíbe la captura, tenencia, comercialización y traslado de fauna silvestre sin autorización, protegiendo a las especies nativas y estableciendo sanciones para quienes incumplan estas disposiciones. La fauna silvestre es patrimonio natural de la provincia, y su protección es responsabilidad de toda la sociedad.

Desde el Proyecto Mono Caí y distintas organizaciones recuerdan que si alguien sabe de personas que mantienen o venden animales silvestres, puede denunciarlo a través de la Policía Ambiental o al Centro de Rehabilitación Güirá Oga.

Los monos caí, silvestres o acostumbrados a la presencia humana, no son agresivos por naturaleza. Son víctimas de la captura, la domesticación forzada y el abandono. No culpemos a otras especies por las irresponsabilidades humanas.

El verdadero compromiso con el ambiente comienza por respetar a cada especie en su hábitat y rechazar el tráfico y la tenencia ilegal de fauna silvestre.

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