Iguazú (LaVozDeCataratas) Vecinos del área manifiestan su preocupación por la falta de una respuesta institucional clara. “Se está haciendo difícil la situación. Las autoridades parecen tomarlo a la ligera y no hay una respuesta definitiva. El Proyecto Yaguareté hace lo que puede, pero no alcanza”, expresó un residente del lugar, tras encontrar a su perro muerto, presuntamente por el ataque de un gran felino.

Actualmente, se identifican al menos tres focos activos de presencia de yaguaretés en zonas rurales del norte misionero:

• En Wanda, fue capturada recientemente una hembra a la que se le colocó un collar de monitoreo.

• En Andresito, se registran movimientos de Kunumí, un ejemplar identificado que está siendo seguido por técnicos.

• En las 2000 hectáreas de Iguazú, se trata de una hembra llamada Pará, que fue vista acompañada de su cría y ha sido reportada en cientos de ocasiones por vecinos.

• Además, surgieron nuevos reportes en Esperanza, y se analiza un posible foco emergente entre Puerto Libertad y Arauco.

La situación se torna compleja a medida que los perros desaparecen de una zona y los felinos se trasladan a otras áreas en busca de alimento. Desde el Proyecto Yaguareté continúan trabajando con los recursos disponibles, pero advierten que el verdadero desafío es lograr la conservación del yaguareté sin poner en riesgo a las comunidades.

“Es clave que los vecinos, sobre todo en zonas lindantes al monte, puedan construir caniles o tomar medidas para resguardar a sus animales domésticos. El conflicto va a seguir si no se trabaja en conjunto”.

Insisten en la importancia de reportar cualquier avistamiento, huella, rastro o comportamiento inusual de los animales, ya que la información temprana permite prevenir nuevos incidentes. Pero debe haber personal de las diferentes áreas que empezaron con los relevamientos como  Parques Nacionales, el Ministerio de Ecología de Misiones, Aves Argentinas, Fundación Vida Silvestre, el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio) y el refugio Güira Oga, actualmente el único equipo que se mantiene trabajando de forma sostenida en el territorio es el Proyecto Yaguareté, del CeIBA-CONICET.

La presencia del yaguareté en Misiones es un emblema de conservación a nivel mundial, pero también plantea desafíos urgentes de convivencia, prevención y responsabilidad compartida.