Iguazú (LaVozDeCataratas) Desde su creación, el INMeT desempeñó un rol clave en la región por su ubicación estratégica en la frontera y su enfoque en enfermedades tropicales y emergentes. Su trabajo ha sido fundamental en la investigación, prevención y diagnóstico de patologías como el dengue, el zika, el chikungunya, la leishmaniasis y otras enfermedades endémicas del norte argentino.
Con una trayectoria reconocida en el ámbito científico y sanitario, el instituto ha sido referencia nacional en el estudio de vectores y enfermedades transmitidas por mosquitos, generando información esencial para la toma de decisiones en políticas públicas de salud.
La decisión de disolver el INMeT, implica que todas sus funciones, recursos y equipos pasarán a depender de esta institución con sede en Buenos Aires.
Voceros del Gobierno señalaron que “el INMeT ya desarrollaba la mayoría de sus actividades en articulación con el Malbrán”, por lo que la medida busca consolidar tareas bajo una misma conducción institucional y evitar superposición de estructuras administrativas.
Sin embargo, en Iguazú, donde el instituto ha tenido una fuerte presencia desde su inauguración en 2015, la noticia genera preocupación respecto a la continuidad de sus tareas científicas y de su impacto local. La comunidad científica, junto con actores sanitarios y sociales de la región, sigue de cerca las implicancias que esta decisión tendrá en el territorio, particularmente en una zona de alta vulnerabilidad frente a enfermedades tropicales.