Iguazú (LaVozDeCataratas) Roberto Deotti, vecino de San Lorenzo y mecánico de toda la vida, emprendió este domingo un viaje muy especial: recorrer en moto los más de 1.200 kilómetros que lo separan de su meta soñada, las Cataratas del Iguazú. Pero no lo hace en cualquier vehículo: eligió una NSU 250 modelo 1956, una reliquia alemana que cuida como un tesoro y que será su compañera de ruta en esta travesía sin itinerario fijo.
A sus 77 años, Roberto decidió que era momento de cumplir una promesa consigo mismo. Cerró temporalmente su pequeño taller de compresores, cargó unas pocas cosas en las alforjas y se lanzó a la ruta sin apuro, sin reservas y sin más plan que dejarse llevar por el camino. “Fui muchas veces a las Cataratas, pero nunca en moto. Este viaje es para mí”, dijo antes de salir, con una mezcla de emoción y serenidad.
No busca récords ni fotos turísticas. Llego, respiro y vuelvo”, aseguró. Para él, lo importante no es el destino, sino lo que representa llegar hasta allí sobre dos ruedas, en una moto que lo conecta con su historia y su pasión.
Durante el recorrido, compartirá cada tramo de su experiencia a través de su cuenta de Instagram, como forma de acompañar a quienes lo siguen y quizá inspirar a otros. “Esto no es una locura, es un desafío personal”, repite Roberto, mientras el sonido del motor clásico marca el ritmo de su sueño cumplido.