Mientras en Corrientes reintroducen ocelotes, en Iguazú otro muere atropellado: la paradoja de conservar y destruir al mismo tiempo

El contraste duele. Mientras el pasado viernes un ocelote ingresaba a la Argentina desde Brasil para ser reintroducido en los Esteros del Iberá como parte de un ambicioso programa de recuperación de fauna nativa, en Iguazú otro ejemplar de la misma especie perdió la vida al ser atropellado sobre la Ruta Nacional 12, a escasos metros de la Escuela Monte del Ejército Argentino.

Iguazú (Kelly Ferreyra) El ocelote (Leopardus pardalis), considerado el tercer mayor felino de América, es una especie en peligro en muchas regiones debido a la caza, el tráfico ilegal y la destrucción de su hábitat. En este caso, el atropellamiento ocurrió dentro del área  del Parque Nacional Iguazú, una zona donde los animales cruzan habitualmente y donde ya se han registrado múltiples muertes de fauna silvestre.

El impacto fue letal. El cuerpo del felino fue hallado sin vida a un costado de la ruta, una escena que lamentablemente se repite con frecuencia en las rutas que atraviesan o bordean áreas protegidas.

Mientras tanto, en Corrientes, la Fundación Rewilding Argentina celebraban la llegada de un ocelote que será parte del programa de reintroducción de especies extintas en los Esteros del Iberá, un proyecto que busca revertir los daños provocados por la acción humana en el pasado. El ocelote ingresó al país el día viernes por el paso fronterizo del Puente Tancredo Neves. (Foto)

Un problema evitable

Especialistas y conservacionistas vienen reclamando desde hace años la instalación de medidas efectivas para reducir los atropellamientos: radares, pasos de fauna, cartelería inteligente, iluminación adecuada y mayor fiscalización. Las rutas 12 y 101 son dos de las más peligrosas para la fauna silvestre del noreste argentino.

Estamos viendo cómo en un lugar se invierten años de esfuerzo y millones de pesos para recuperar una especie, mientras en otro esa misma especie es eliminada por falta de prevención.

Una especie amenazada, una oportunidad perdida

El ocelote es una especie clave en los ecosistemas selváticos. Su muerte no solo es una pérdida individual, sino un golpe a la biodiversidad de Misiones, una de las provincias más ricas en fauna del país.

La tragedia en Iguazú no puede seguir siendo una estadística más. Requiere acción política urgente, inversión y, sobre todo, un compromiso real para proteger la vida que aún habita nuestras selvas.

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