Iguazú (LaVozDeCataratas) A continuación, te damos una serie de consejos básicos para conectarte a una red Wi-Fi desde tu iPhone con seguridad.
- Utilizar una VPN
Es uno de los métodos más infalibles para que la navegación en cualquier tipo de red sea 100% segura. La VPN permite ocultar la IP ante cualquier otro usuario de la red pública, estableciendo una conexión directa, cifrada, entre el iPhone y cada página web que se visita. Este sistema, conocido también como túnel VPN, garantiza que la navegación no puede ser monitorizada por otros usuarios de la red ni puede ser objeto de ningún tipo de interferencia. Este procedimiento, por supuesto, es perfectamente legal y asegura plenamente la privacidad en línea.
Evidentemente, no todos los sistemas de VPN resultan efectivos, sobre todo si el usuario no tiene la precaución añadida de comprobar que no se esté produciendo algún tipo de fuga de información por una mala configuración del dispositivo. Es por ello que, además de confiar en un proveedor de VPN de garantías, conviene acceder a Internet desde un navegador fiable. No en vano, determinados navegadores pueden exponer incluso la IP del usuario cuando se encuentra en algunas páginas.
- Desactivar la función de compartir archivos y la sincronización
Muchos usuarios no son conscientes de ello, pero sus dispositivos iPhone mantienen permanentemente activas las funciones de compartir archivos y la sincronización automática con otras terminales desde iCloud. Esto no presenta mayor problema en redes domésticas o incluso en conexiones con datos pero puede convertirse en un factor de riesgo en redes públicas, dado que otros usuarios podrían aprovechar estas puertas abiertas para introducir archivos maliciosos, malware o ransomware, que les permitan acceder a nuestros datos. Por ello, sería aconsejable que accedieras a la configuración de iCloud Drive y revisaras los permisos en este sentido.
- Priorizar las redes WPA, WPA2 o WPA3
El protocolo WPA (Wi-Fi Protected Access) se lanzó en 2003 y, desde entonces, ha recibido dos grandes actualizaciones, cada una de las cuales ha supuesto una mejora en la seguridad respecto a la anterior. La versión más reciente es WPA3, que ha aumentado el tamaño de las claves de cifrado de 128 a 192 bits. Con este cambio, la actividad de los ciberdelincuentes se ve notablemente ralentizada, ya que los sistemas que tratan de desvelar las claves de los usuarios mediante una sucesión de pruebas con claves aleatorias consumen mucho más tiempo y energía. Para comprobar si la red pública a la que nos hemos conectado utiliza alguno de estos protocolos de seguridad, basta con entrar en la configuración de red del iPhone y observar si aparece alguna etiqueta «WPA».
- Cerrar todas las sesiones
Aunque puede sorprender a más de uno, la realidad es que muchas de las infiltraciones que se registran en las redes públicas obedecen a gestos potencialmente peligrosos por parte de los propios usuarios. Así sucede, por ejemplo, cuando se accede a determinadas plataformas o cuentas personales que requieren de un acceso autorizado y, posteriormente, no se cierra la sesión mientras se sigue navegando. Aunque el uso de una VPN neutraliza por completo este riesgo, no deja de resultar aconsejable cerrar todas las sesiones que se inicien en estas redes. Ligado a esto último, también es prudente eliminar los datos de la conexión y no autorizar que esta se produzca automáticamente.
- No navegar en páginas que no sigan el protocolo HTTPS
Cada vez es menos habitual encontrarse con dominios que no siguen el protocolo «https», pero, cuando así suceda, conviene buscar alternativas a dichas páginas web. Este protocolo de seguridad aporta tranquilidad a los usuarios porque implica la utilización de cifrados a lo largo de toda la experiencia en esa página web. La ausencia de dicho protocolo, que puede verse en el encabezamiento del dominio, no implica necesariamente que el usuario vaya a quedar expuesto a los ciberdelincuentes, pero sí que incrementa significativamente los riesgos de la navegación. Siempre es aconsejable evitar navegar en páginas sin el protocolo «https», pero cuando además se hace desde redes públicas, esto se convierte en una obligación.