La escuela abrió sus puertas el 23 de junio de 1975 con apenas 48 alumnos, bajo la dirección de la señora Adela Barreto de Ramírez. Pero su origen va aún más atrás: fue creada por resolución del Honorable Consejo General de Educación como Escuela N.º 1266, y en sus inicios funcionó gracias al esfuerzo de una comunidad que la construyó con sus propias manos.

La primera comisión de padres y vecinos, integrada por Vicente Arguello, Juan Carula, Pedro Simón Martínez, Juan Lemes, Getulio Amaro Maciel, Antonio Da Silva, Buenaventura Paredes, Sebastián Zacarias, Aurelio Sanabria, Reynaldo Willy, Alejandra Valdez, Pablo Rojas, Elsa Miranda, Sixto Acosta y Floresmeta de Medeiro, fue la semilla de esta historia. Su compromiso fue clave para levantar la escuela en Villa San Martín y mantenerla viva incluso en los momentos más difíciles.

En 1976, asume como directora la señora Marcelina Antúnez. A lo largo de los años, la escuela enfrentó numerosas pruebas: participó de su primer desfile en 1977, fue reconstruida por efectivos de Gendarmería Nacional en Villa Alta en 1979, luego de una fuerte tormenta que destruyó sus techos, y nuevamente en 1982, cuando se inauguró el actual edificio en el predio definitivo, con la participación de empleados municipales y el arquitecto Perez Barreda.

La escuela cambió de número en 1979 y fue bautizada como Escuela N.º 200 de Loyola, en homenaje al santo patrono del arma de ingenieros del Ejército Argentino, institución que también apadrinó con orgullo su crecimiento.

Durante el acto por el 50° aniversario, se homenajeó a docentes y directivos que marcaron profundamente a la institución. Entre ellos, se reconoció la trayectoria de Adela Barreto de Ramírez a través de su hija, Miriam Ramírez; de la señora Marcelina Antúnez de Drews; de las vicedirectoras Marta Salvat de Seage, Dora Tamis de Dornelles (representada por familiares), Graciela Durán de Trinidad (representada por familiares), Rosa Salazar, Martha Graciela Rojas, Mirta Bundziak y Teresa Osuna; así como a las actuales autoridades, la directora Claudia Ester Bareiro y la vicedirectora Norma Viveros.

La Escuela N.º 200 no solo es una institución educativa, sino un símbolo de identidad, memoria y lucha colectiva. Su historia sigue viva en cada aula, en cada niño que aprende, en cada maestro que enseña, y en cada familia que confía en ella.

Hoy, al cumplir sus primeros 50 años, reafirma su compromiso con la educación pública, con los valores que la vieron nacer, y con la esperanza de seguir formando generaciones que lleven en el corazón la huella imborrable de esta gran familia escolar.