Iguazú (LaVozDeCataratas) La tarde del martes 8 de julio, la Plaza San Martín de Iguazú fue escenario de una asamblea abierta en la que investigadores, becarios y personal técnico del Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) compartieron con la comunidad su preocupación por la disolución del organismo, oficializada esta semana mediante el Decreto 458/2025.
El encuentro reunió a decenas de científicos, estudiantes y vecinos que portaban carteles con la consigna “Defendamos la ciencia en la frontera” y coreaban “¡El INMeT no se vende, el INMeT se defiende!”. Allí se leyó un extenso documento firmado por el Dr. Daniel Salomón, investigador y uno de los impulsores del instituto fundado hace casi quince años en Puerto Iguazú.
“Frente a la decisión autocrática de las autoridades gubernamentales de eliminar el INMeT, debo desmentir las razones esgrimidas para su disolución, ya que denigran el esfuerzo y la trayectoria de los profesionales que apostamos por este proyecto federal de salud pública”, sostuvo Salomón ante los presentes.
Los argumentos oficiales y la respuesta de la comunidad científica
El Decreto 458/2025 integra las funciones del INMeT a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán”, bajo la premisa de “evitar duplicidad de tareas y mejorar la eficiencia del Estado”. No obstante, el documento leído en la plaza sostiene que esa explicación “se basa en argumentos falsos o falaces” y “atenta contra un proyecto sanitario estratégico en la triple frontera”.
Principales logros defendidos
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Producción científica: 286 artículos en revistas internacionales, 32 capítulos de libro y 16 libros técnicos editados en poco más de una década.
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Formación de recursos humanos: 36 tesis doctorales finalizadas y 15 en curso; cursos y pasantías que atrajeron a investigadores de América, Europa y EE. UU.
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Investigación aplicada: 42 proyectos financiados en marcha sobre enfermedades como hantavirus, leishmaniasis, fiebre amarilla, tuberculosis en fauna silvestre y patógenos transmitidos por garrapatas e insectos.
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Reconocimiento internacional: Centro de referencia OPS para vigilancia y control de leishmaniasis; sede de cursos TDR-OMS y proyectos del IDRC de Canadá.
“Una cuestión de soberanía sanitaria”
Los científicos remarcaron que la ubicación del INMeT en la triple frontera permite estudios de campo continuos y respuesta rápida ante brotes tropicales: “Atender enfermedades desde Buenos Aires implica campañas cortas y costosas; aquí somos la primera barrera de vigilancia”, subrayó Salomón, quien calificó la eliminación del organismo como “una estrategia de tierra arrasada”.
También denunciaron que los argumentos de “superposición” desconoce la sinergia existente con otros centros de la red ANLIS y que la imposibilidad de ampliar personal —citada por el Gobierno— obedeció a restricciones presupuestarias impuestas durante años.
Al cierre de la asamblea, los trabajadores acordaron:
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Presentar un amparo colectivo para frenar la medida.
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Solicitar audiencias con legisladores nacionales y provinciales.
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Continuar con acciones de visibilización en escuelas y universidades.
Mientras tanto, la comunidad científica local teme la pérdida de un nodo clave para la investigación de enfermedades emergentes en la región. “No se trata solo de puestos de trabajo; hablamos de salud pública, soberanía y conocimiento”, concluyeron los manifestantes.
Adhesión: trabajadores del INMeT y polo científico Iguazú (en enlace adjunto)