Iguazú (LaVozDeCataratas) En un mundo donde las responsabilidades a menudo se distribuyen de manera diversa, el papel del ama de casa sigue siendo un pilar fundamental en la construcción de hogares sólidos y felices. Su contribución no solo se limita a las tareas domésticas, sino que abarca la creación de un ambiente cálido y acogedor que todos aprecian al regresar a casa.
Este día especial también es una oportunidad para reconocer la capacidad de adaptación y la resiliencia de las amas de casa. A lo largo de los años, han demostrado una increíble habilidad para enfrentar desafíos y cambios en la sociedad, incorporando nuevas tecnologías y metodologías para mejorar la eficiencia y el confort en el hogar.
La celebración del Día del Ama de Casa no solo es un reconocimiento de su trabajo, sino también una ocasión para expresar gratitud. A menudo, su labor es silenciosa, pero su impacto resuena en la armonía y el funcionamiento diario de la vida familiar. La paciencia, el cariño y la dedicación que aportan son invaluables, construyendo la base para el crecimiento y el éxito de cada miembro de la familia.
Su contribución no tiene precio, y su labor forma el corazón de cada hogar. Que este día sea un recordatorio de la importancia y el reconocimiento merecido para todas las amas de casa que trabajan incansablemente para hacer de sus hogares lugares llenos de amor y armonía.
El Día del Ama de Casa se dispuso en 1958 y fue establecida por la Liga de Amas de Casa, una asociación que había sido creada un año antes para la defensa de las mujeres trabajadoras que llevaban adelante el cuidado de sus hogares.
El objetivo de esta fecha, también, es reflexionar sobre esa realidad cotidiana que muchas veces parece invisible. El trabajo no remunerado del hogar, realizado mayoritariamente por mujeres, por el que se producen bienes y servicios esenciales no es considerado trabajo.