Iguazú (LaVozDeCataratas) Si bien la Policía Científica de la Unidad Regional III en Eldorado aún tiene 10 días para expedirse oficialmente respecto a las conclusiones de la citada labor forense, este Diario pudo averiguar que tras la medida judicial la situación procesal del único imputado se complicó aún más.
La pericia fue solicitada durante el debate por el fiscal del Tribunal Penal 1 de Eldorado, Federico Rodríguez, quien tenía como objetivo obtener mayores precisiones respecto a la hipótesis del disparo. Con este resultado forense la estrategia de la defensa ahora se debilitó, pues el acusado durante la instrucción de la causa sostuvo que el tiro se produjo mientras forcejeaba con su pareja.
Respecto a la jornada de la pericia, llevada a cabo ayer desde las 9 en dependencias de la Policía Científica, se pudo saber que fue ante testigos y con la presencia del presidente del citado Tribunal, Atilio León, y del mencionado representante del Ministerio Público, como así también la secretaria titular. Todo ante testigos.
Allí, una experta de la Policía de Misiones junto a sus colaboradores utilizó el arma incautada en el hecho, un revólver calibre 22 para realizar la medida. Básicamente consistió en efectuar disparos desde cuatro distancias. Los balazos fueron contra las telas originales de la vestimenta que llevaba puesta la víctima al momento del hecho, una musculosa blanca y un abrigo liviano.
Vale recordar que el tiro que mató a la adolescente, en su casa de las 2.000 Hectáreas de Puerto Iguazú, el sábado 21 de julio de 2018 a la noche, impactó en su pecho.
Voceros de la investigación confiaron que los cuatro disparos fueron de las siguientes distancias: a “boca de jarro” (pegado o apoyado al cuerpo), a “quemarropa” es decir de cerca (entre 5 a 10 centímetros), intermedia (a unos 15 centímetros o más) y de lejos (a unos 50 centímetros).
Lo que se pudo observar a simple vista fue que los tiros más cercanos habrían dejado rastros de quemado, signos de deshilachamiento en las ropas y marcas llamadas de calcado.
Mientras que los tiros a larga distancia, es decir 50 centímetros o más, serían similares a las marcas originales o improntas que quedaron en las prendas de vestir de Ruth Gómez. Todo ello por el momento, ya que el Tribunal aguarda el informe de los forenses, descartaría la hipótesis de un forcejeo.
Para la presentación de estos resultados se aguarda que la Dirección Policía Científica Posadas envíe los informes de la absorción atómica en las ropas de la víctima que pidió la defensa. Esta última pericia se sumará a la de hoy para cotejar datos.
Según las fuentes el lunes venidero podrían conocerse estas conclusiones ante el Tribunal eldoradense. El acusado, Ariel Ángel Duarte (26), era pareja de la víctima.
Fuente: Primera Edición
