Itaipú: Taller en Itaipú prepara protocolo para futura liberación de arpías en la naturaleza

Durante tres días, un taller con la participación de investigadores de varios países ayudó a desarrollar un dispositivo para monitorear el ave

La liberación del pájaro arpía (Harpy hapyja) en la naturaleza ha ganado otro capítulo en los últimos días. Un taller en Itaipú reunió a expertos de varios países de América Latina para estudiar el desarrollo de un dispositivo que se utilizará en el monitoreo remoto del ave cuando sea liberada. La reunión tuvo lugar en el Refugio Biológico Bela Vista (RBV), del miércoles (9) al viernes (11).

«Debido a nuestro éxito en la reproducción de la arpía, podemos recibir a los especialistas aquí para hacer estos estudios», dijo el biólogo Marcos José de Oliveira, de la División de Áreas Protegidas de Itaipú. En 22 años, el Programa de Cría de Arpías de Itaipú ha visto nacer a 56 cachorros. Actualmente, el RBV cuenta con un escuadrón de 33 aves, el más grande del mundo.

«Estamos en la ‘Capilla de la Arpía Sixtina'», ilustró Víctor García Matarránz, experto en gestión de fauna silvestre del Ministerio de Transición Ecológica de España. «Este centro es el mejor del mundo», dijo. Víctor tiene la experiencia de marcar con dispositivo de monitoreo más de tres mil aves, de 42 especies.

Para la creadora del encuentro, Ruth Muñiz, del Programa de Conservación de Arpías Ecuatorianas, el RBV es «el único lugar donde podemos hacer este tipo de estudio, debido a la gran cantidad de arpías. No hay otro lugar en el mundo que presente las mismas condiciones». Según Ruth, la idea del taller fue promover el intercambio de experiencias del manejo de la especie entre profesionales de países como Brasil, Costa Rica, Venezuela, Panamá, México, Ecuador y Argentina.

Durante el taller se tomaron las medidas de 23 aves, el mayor esfuerzo de medición de este animal jamás realizado en el mundo. La información se llevará a una base de datos para generar las medidas exactas del dispositivo que se adjuntará a las aves cuando sean liberadas. El equipo es una especie de «mochila» de material plástico hecha en impresora 3D y sujeta mediante tiras de teflón en la espalda del animal. Lleva un dispositivo de transmisión de radio que permite el monitoreo de la vida de la arpía durante unos tres años, mientras dura la batería.

«Es importante que este equipo esté bien hecho y bien colocado en el cuerpo del ave, para no dañar a la arpía durante el vuelo o la captura de presas», explica marcos. Según él, otra preocupación es el manejo del ave al colocar la «mochila», una actividad que debe hacerse con cuidado, para no estresar al animal. Actualmente, no existe un protocolo sobre este tipo de manejo de arpías.

 

 

Para hacer las mediciones, cada ave es llevada al hospital veterinario RBV en una caja de madera. El ave es retirada de la caja por las garras, tiene los ojos cubiertos, es sedada (para reducir el estrés) y sus garras están protegidas por una banda. Todo el trabajo cuenta con la experiencia de los manipuladores de Itaipú y se realiza con total seguridad. Con el ave protegida, se toman medidas.

La arpía es una especie que se encuentra en toda América Latina y actualmente está clasificada como vulnerable, según la lista roja de la Unión Internacional para la conservación de la naturaleza y los recursos naturales (UICN). En Brasil, la ocurrencia es mayor en la Amazonía y mucho menor en el Bosque Atlántico, principalmente debido a la destrucción de su hábitat.

Fuente Cabezanews
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