Una niña de 6 años, sus tres hermanos también menores y padres debieron alejarse, aislarse y pasar “la peor navidad de la vida” por temor a las amenazas de violencia de la familia del comerciante que la habría abusado sexualmente fueran cumplidas.
El caso conmociona a la localidad correntina de Gobernador Virasoro fue denunciado el jueves pasado y tiene como víctima directa una niña que fue abusada por su vecino y padre de sus amigas.
Los rastros en el cuerpo de la menor fueron corroborados con el primer examen que se le realizó a el viernes (23 de diciembre) en el hospital de Virasoro y cuyas conclusiones y la denuncia respectiva ingresaron a la fiscalía de Instrucción de la Quinta Circunscripción Judicial correntina, a cargo de José Luis Cazarre.
De acuerdo a fuentes contactadas, el funcionario judicial emitió una orden de restricción de acercamiento para el acusado y sus allegados o familiares. La decisión judicial no fue cumplida ni por el señalado como autor del delito contra la integridad sexual, como tampoco por sus parientes.
Vale resaltar que, en el plano del sentido común, fue dictada una restricción o prohibición de acercarse para el presunto victimario que reside en el edificio lindante a la vivienda de la víctima, por lo que no debía sorprender que se rompería la medida en cuestión de minutos.
Esto ocurrió el viernes y ya el sábado antes de la Nochebuena, los padres tomaron a sus cuatro hijos, el mayor de 10 años y el menor de cuatro meses y escaparon para ser alojados por familiares en otro punto de Gobernador Virasoro donde, por miedo a más amenazas, se aislaron a la espera que hoy se cumpla disposición y que la menor pueda declarar en Cámara Gesell en el expediente abierto ante el Juzgado de Garantías que encabeza Alfredo Hernán Behr.
“La Navidad escondidos”
En diálogo con este Diario, el denunciante de 45 años y padre de la víctima, cuya identidad se preserva por el tipo de delito que se investiga, confirmó que la denuncia fue presentada y “la orden de restricción para cuidar a mi hija la tenemos que cumplir nosotros escondiéndonos del abusador y sus parientes, es una locura pero eso hicimos para que la niña tenga contención después de lo que sufrió”.
“El jueves a la noche ella nos respondió ‘me duele’ cuando le preguntamos qué le pasaba porque la notamos atemorizada. La revisó la mamá y no dudamos en ir al hospital para que la revisen y cumplan lo habitual de estos casos. Pero nos enviaron a realizar primero la denuncia a la comisaría, fuimos y la hicimos pero recién el viernes por la mañana se la revisó y certificaron los daños genitales”.
Agregó que la niña no dudó en indicar quién le provocó el daño o cometió el ataque sexual. “Nos desesperamos y sorprendimos porque nos dio el nombre de nuestro vecino que tiene un comercio de distribución de alimentos al lado del edificio donde vivimos y a cuya casa en el fondo mi hija iba a jugar con los hijos de este hombre”.
Pero el miedo no terminó: “Después de la denuncia y la orden de restricción sufrimos que los hermanos del acusado vengan a amenazarnos a mi casa sin respetar la medida judicial ni preocuparse por las niñas. Ahí tuvimos que recurrir a familiares y escondernos prácticamente en otro domicilio. Fue la única manera que pudimos pasar la nochebuena sin que se note el temor y al menos mi hija fue rodeada de cariño”.
Remarcó con preocupación además que “no hubo orden de detención, sólo la restricción que no cumplió el acusado ni sus hermanos. Lo único que logramos después de alejarnos de nuestra vivienda fue que el fiscal y el juez adelanten el turno para que mi hija pueda declarar en Cámara Gesell”.
“Mientras tanto el acusado sigue libre con total normalidad y desde su entorno inventan una mentira tras otra en redes sociales para difamar y acusar a las víctimas”.
“Mi hija padece retraso madurativo, le cuesta mucho expresarse pero no dudó en decir quién la lastimó, hasta señaló que fue el papá de su amiguita”.
“Es verdad, pasamos la Navidad escondidos, yo no les tengo miedo pero tengo cuatro hijas chiquitas y trabajamos con mi esposa todo el día para ellas, no es nada fácil pero nos afincamos acá y no queremos pensar en tener que irnos. Somos laburantes, nos cuesta mucho todo y ahora sentimos que nos destruyeron la vida”, resumió el denunciante.
Fuente: Primera Edición