Los pibes de la Sub 17 estuvieron en sintonía con el clima en Bandung. Por momentos bajo una cortina de agua en el Jalak Harupat Stadium, el equipo de Diego Placente redondeó una actuación perfecta: con una lluvia de goles, ráfagas de gran fútbol colectivo y rendimientos individuales superlativos, sobre todo de mitad de cancha hacia adelante en un césped pesado, la Selección Argentina aplastó por 5-0 a Venezuela y se metió en los cuartos del Mundial, donde enfrentará a Brasil.
El comienzo fue arrasador. Si bien la Vinotinto tuvo la iniciativa, Argentina se acomodó rápido y encontró la llave para abrir el partido por la izquierda, con un Ian Subiabre intratable: primero, Mariano Gerez, el 5 que maneja los tiempos con una jerarquía notable, la armó por adentro, abrió para el joven de River y el centro que buscó a Santi López en el área chica terminó en el gol de Luís Balbo en su propio arco. Y la fórmula se repitió en el 2-0, aunque esta vez terminó con el control y el derechazo cruzado del atacante de Independiente.
Lejos de sacar el pie del acelerador, los chicos de Placente lo definieron rápido sin darle posibilidad de reacción a la Vinotinto: Valentino Acuña se soltó del medio, volvió a aprovechar los serios problemas de Venezuela en el lateral derecho y el Diablito Echeverri, con un toque sutil, convirtió un gol clave para que Placente, ante la tranquilidad del 3-0 parcial, pueda empezar a regular tempranito algunas cargas de cara al choque ante la Verdeamarela.
Santi Lopez, una de las figuras de la Selección y autor del 2-0 ante Venezuela (Photo by Pakawich Damrongkiattisak – FIFA/FIFA via Getty Images)
«No lo venía practicando, pero Claudio (Echeverri) me dijo que la pique porque tenía la confianza del equipo», expresó el atacante de River, que cerró la goleada con un giro y una notable definición de zurda para lanzar su quinto grito en cuatro partidos y convertirse así en el primer jugador argentino Sub 17 en alcanzar esa cantidad de tantos en un Mundial de la categoría.
Fuente OLé