En los últimos días circuló un video a través de Whatsapp entre las comunidades guaraníes de la provincia, en donde se mostraba la inauguración de un templo o casa, bajo el título o denominación de “Opy” (templo sagrado) en Posadas, con el logo y el auspicio de una empresa constructora de la provincia.
Este hecho generó mucho malestar y dolor entre distintos referentes y mburuvichas (caciques) del pueblo mbya guaraní, quienes se mostraron muy disconformes con lo que consideraron un avasallamiento a su espiritualidad, su templo y las ritualidades alrededor de él.
El templo fue construido en el predio 213 de la ciudad capital, propiedad privada de la constructora.
Frente a esta polémica, se dialogó, por un lado, con Francisco Medina que es referente mbya guaraní de la organización Aty Ñechyró y miembro de la Tekoa Ka Akupe de Ruiz de Montoya; y con Jorge Acosta, referente mbya guaraní del Consejo Autónomo de los Pueblos Indígenas (CEAPI).
Por otro lado, se comunicó con el Ing. Julio Resek, uno de los miembros de la empresa constructora que explicó lo sucedido.
Desde las comunidades manifestaron que “se lo realizó sin ninguna consulta previa al pueblo mbya guaraní. Al ser parte de nuestra espiritualidad, un símbolo sagrado, la decisión le corresponde a todo el pueblo, ellos hablaron solo con una comunidad. La comunidad lo aceptó por su propia cuenta, para su propio beneficio”, dijo Francisco Medina.
“Hay muchos no indígenas involucrados, pero también nuestros hermanos indígenas y eso es lo más me duele”, añadió haciendo referencia a la comunidad Yvytu Pórá, situada en la Ruta 7 del Valle Cuña Pirú, cuyos caciques primero y segundo habrían dado el sí para que se lleve adelante.
Versión de la constructora: Por otra parte, Julio Resek argumentó que fue todo un malentendido y que ese video “se filtró”. “Yo escribo cuentos. La construcción que se realizó en terreno privado es una réplica a los fines culturales de la presentación de un libro en donde quien cuenta la historia es un opygua (líder religioso de la cultura mbya guaraní). La obra es similar, pero en proporciones es mucho más chica, es una casita. Es una valoración a su cultura, nunca pretendí ofenderlos”, explicó.
El empresario aclaró que luego de la presentación, en donde se recitará también una poesía, el lugar será utilizado para distintos intercambios culturales, pero no con fines religiosos como en un opy tradicional.
“El opy es un templo sagrado para los guaraníes. Está construido con los mismos materiales con los que lo construimos nosotros que son la tacuara, ramas, barro y la estructura es la misma. Estamos muy lastimados por esta construcción en la ciudad”, manifestó Francisco Medina de Aty Nechyró.
“Hoy por hoy muchas comunidades no cuentan con opy, si se tratara de un proyecto en respeto hacia nuestra cultura como dicen, se debería haber hablado con todos nosotros primero y ver la posibilidad de que nos ayuden a seguir construyendo, pero en nuestras tierras, no en tierras privadas para los blancos”, sostuvo el referente del CEAPI.
Significado del opy en la cultura guaraní: “El opy para nosotros es el defensor de la vida, es lo que nos protege, ahí tiene lugar nuestra relación con nuestro Dios Ñanderu, donde hacemos nuestros rituales, nuestras curaciones, no está permitido el ingreso de no indígenas al templo. Se debe tener mucho respeto ante él”, agregó.
“El opy le da beneficios a la vida mbya guaraní, no al bolsillo”, sentenció el referente mbya guaraní. “Es una ofensa hacia nuestra cultura, nuestras comunidades, la apropiación de un símbolo que pertenece a la cultura mbya guaraní como lo es el opy. Es un lugar de fortaleza de nuestra cultura, nuestros saberes, valores y específicamente de fortaleza espiritual para el pueblo. Es muy insólito lo que sucedió”, explicó Jorge Acosta.
“Estoy muy conmocionado porque es algo muy privado y sagrado de nuestro pueblo, no es algo con lo que se debería hacer folclore”, añadió.
En consonancia, Francisco subrayó: “No estamos enojados, estamos lastimados, nuestra religiosidad es el corazón de nuestra cultura, de nuestro pueblo. Con esta construcción nos preocupa las consecuencias que se vienen para nuestro pueblo, no solo para los que están involucrados”.
“Muchos dicen en sus discursos ‘respetamos lo que es la cultura’ y sin embargo después se producen estos atropellos a nuestra cultura y nuestros derechos”, argumentó Jorge.
Fuente Primera Edición