Los análisis de diversas consultoras como GMA Capital Research subrayan la gravedad de la situación macroeconómica. A pesar de que la inflación ya alcanzó niveles históricos en los últimos 30 años, las proyecciones no anticipan mejorías, especialmente debido al rezago en la actualización de precios regulados. Estas predicen un posible pico inflacionario del 260% para el segundo trimestre de 2024, además de un continuo declive económico hasta el cuarto trimestre de ese mismo año, según Focus Economics.
Los indicadores actuales no brindan consuelo a los ciudadanos, ya que la presión en los bolsillos será persistente y las señales de alivio económico no parecen asomarse en el horizonte cercano. Los pronósticos de economistas privados, recopilados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central, sugieren que la inflación seguirá su escalada y se estima que podría cerrar el año 2023 en torno al 185%. Algo que ya casi ni tiene sentido tras las palabras de Milei durante su asunción.
«Los aumentos nunca pararon. Todas las listas llegan con subas de precios. De todo tipo», sostienen fuentes del supermercadismo del interior del país. A su vez, indican que la situación varía dependiendo de «la situación de cada empresa» pero los aumentos van desde un 5% hasta un 40%, y que, en 11 días que lleva el mes de diciembre, la mayoría de los alimentos ya aumentaron por lo menos un 15%.
Al ser consultado por qué productos son los que más aumentaron su valor, la fuente agrega: «El que hoy quedó un poco retrasado, mañana te manda una lista con el 40% de aumento. Es generalizado. Nadie se puede quedar atrás porque perdería mucha plata en pocos días. No es un problema de sectores o de productos. Es el ajuste del que hablo Milei ayer. Esto va a ser largo.
De acuerdo con la evolución de los precios registrados durante los primeros 11 días de diciembre, el sinceramiento ya comenzó y no se detendrá. La pregunta que surge en este momento es cuál será el techo de esos valores o qué los detendrá. Este lunes se esperaban medidas que apaciguaran un poco esa incertidumbre que se va apoderando del mercado, puesto que tanto compradores como vendedores necesitan determinar precios de referencia, una agonía que se alarga conforme el nuevo Gobierno patea los anuncios.
Así, la primera semana de diciembre cerró con una inflación de alimentos de 7,4%, asegura a este medio Melisa Sala, economista de Labour Capital & Growth (LCG), «marcando el registro más alto desde que iniciamos el relevamiento». Este incremento, explica, se suma a aumentos «ya elevados en las dos semanas previas: 4,3% y 3,3% respectivamente».
En conjunto, «la inflación acumulada en las últimas 4 semanas asciende a 17,5%». Para Sala, estas subas se han generalizado notablemente, puesto que el 53% de los productos relevados experimentó un aumento en la semana, lo que sugiere que toda la canasta ajustaría al menos dos veces al mes. «Esta tendencia refleja una inercia creciente que se acelera con el tiempo», advierte Sala.
El análisis hecho por la economista coincide con el test minio de Fernando Savore, portavoz de la Federación de Almaceneros, quien dio testimonio de que «todo lo que es lista de precios, la semana pasada, fue tremendo, pero tremendo. Nos mataron, literalmente. Los precios se cambiaron entre un 30 y un 50%». El representante del sector añade que «no puede creer las alzas» que se están dando y se lamenta: «pienso que el techo ya lo golpeó, pero parece que me equivoco, puesto que sigue subiendo», tal como se señaló anteriormente, las subas no se detendrán.
Esta situación se va a agravar aún más tras la finalización del programa Precios Justos. Este esquema, concebido para frenar el incremento desmedido del Índice de Precios al Consumidor, llegó a su fin, lo que seguramente desencadenará mayores aumentos en los productos básicos.
En vista de la eliminación de controles, la liberación de precios previamente contenidos y ajustes preventivos para mantener márgenes sobre productos que ya han experimentado aumentos, «se espera un marcado aumento de la inflación a corto plazo», adelanta Sala.
Y agrega: «El éxito del Gobierno para anclar expectativas mediante el ajuste fiscal anunciado en números, aunque no del todo claro en su aplicación, será fundamental», sostiene la analista antes de advertir que: «Nuestra proyección indica una aceleración de la inflación en los próximos meses, y será relevante observar cómo se desenvuelven las medidas anunciadas para contener esta tendencia.»