Conservación, transformación y resistencia: la vida en las comunidades Mbya Guaraní en Iguazú

Para Lidio Martínez, miembro de la comunidad Yasy Porá, la vida en estas comunidades es sinónimo de resistencia y preservación de la identidad cultural. Sin embargo, también reconoce que el paso del tiempo trae consigo nuevos desafíos y perspectivas. "El ya crece distinto, piensa diferente", señala Martínez, reflejando la evolución de las generaciones más jóvenes.

Iguazú (LaVozDeCataratas-Kelly Ferreyra) En el día del aborigen americano, LaVozDeCataratas, compartió una tarde charla en la comunidad Yasý porá con Lidio Martínez, en la que reflejamos la otra cara, una realidad que viven en constante cambio.   Las comunidades Mbya Guaraní en Iguazú son oasis de cultura y tradición en un mundo en constante cambio. En estos entornos, el tiempo parece fluir de manera distinta, marcado por una conexión profunda con la naturaleza y un arraigado respeto por las enseñanzas de los ancestros.

Para Lidio Martínez, miembro de la comunidad Yasy Porá, la vida en estas comunidades es sinónimo de resistencia y preservación de la identidad cultural. Sin embargo, también reconoce que el paso del tiempo trae consigo nuevos desafíos y perspectivas. «El ya crece distinto, piensa diferente», señala Martínez, reflejando la evolución de las generaciones más jóvenes.

La meta de Lidio y muchos de sus compañeros no es solo conservar las tradiciones del pasado, sino también adaptarse y encontrar su lugar en un mundo en constante cambio. Para algunos, como Lidio, esta adaptación significa resistir y mantener vivas las costumbres ancestrales en medio de la modernidad. Sin embargo, también reconocen la importancia de abrirse al diálogo y la interacción con otros.

En estas comunidades, se valora la sabiduría de los ancianos y se busca preservar prácticas ancestrales como la medicina tradicional y los rituales de parto. Sin embargo, también se entiende la necesidad de evolucionar y adaptarse a nuevas realidades. Lidio explica que cuando surgen problemas con los niños, la comunidad se reúne en asambleas para abordar el tema desde cero, hablando a los niños sobre su origen, su crecimiento y el amor de sus padres. No se trata de recriminación o castigo, sino de un proceso de aprendizaje continuo y de resolución de conflictos en comunidad.

«La meta de él (por su pequeño hijo),  y la visión de la cultura es otra, es una resistencia nomas, el tiene que resistir, nosotros lo que estamos haciendo es conservar gran parte de nuestra cultura como la medicina, los partos que se realizan en las comunidades, los nombres, pero ellos van a hacer cuentos y contar la historia de lo que hicimos los mayores, la idea es no llegar a eso. Cuando hay monte, selva y una comunidad abierta se puede practicar , pero cuando empezamos a tener barrios, convivir con otras personas ya no», reflexionó.

La convivencia con otras personas y la influencia del mundo exterior plantean nuevos desafíos para estas comunidades, pero también oportunidades para aprender y crecer. Lidio y otros líderes comunitarios reconocen la importancia de mantener viva la cultura y las tradiciones, pero también están abiertos a la idea de que las generaciones futuras puedan reinterpretar y dar nueva vida a estas enseñanzas.

La vida en las comunidades Mbya Guaraní en Iguazú es un equilibrio delicado entre la preservación de la tradición y la adaptación a un mundo en constante cambio. A través del diálogo intergeneracional y el respeto por la sabiduría de los ancestros, estas comunidades enfrentan los desafíos del presente mientras se preparan para el futuro.

 

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